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Claro, con gusto. Me licencié en Farmacia en 2004, trabajé durante seis años en farmacia comunitaria y después me preparé para el FIR y logré plaza en la segunda convocatoria. Aunque muchos farmacéuticos optan por farmacia hospitalaria, no me atrajo cuando hice las prácticas de la carrera y por eso escogí plaza de laboratorio, en concreto de análisis clínicos, ya que es como una especialidad polivalente que permite aprender de muchas especialidades y adquirir un amplio conocimiento.

Hice mi residencia en el Parc Taulí. Fue una experiencia muy enriquecedora, y al finalizarla, surgió la oportunidad de trabajar en el Penedès, de donde soy yo, y para allí que fui. Aquí en CLILAB, me siento plenamente realizada y satisfecha con mi elección.

La parte que más me gusta de análisis clínicos es la microbiología, por su enfoque manual y conexión con la clínica, aunque no he tenido la oportunidad de dedicarme a ella. A día de hoy, llevo más de 8 años en CLILAB y 4 de ellos trabajando en el laboratorio de urgencias de Vilafranca. Al principio, no me consideraba una especialista en este ámbito, pero los cambios y los desafíos que enfrenté me han motivado a crecer profesionalmente. He aprendido a adaptarme a las situaciones y áreas donde me ha tocado trabajar, me gustan los retos.

¿Cuáles son tus tareas diarias en CLILAB?

Cuando comencé a trabajar en CLILAB, mis tareas eran polivalentes, es decir, todos teníamos conocimientos en diversos campos y podíamos desempeñar una amplia gama de funciones.

Al principio, me enfoqué en la asistencia directa, pero con el actual director técnico, se promovió una dirección inclusiva y de trabajo en equipo. Nos asignó responsabilidades, proyectos y nos alentó a proponer ideas para el crecimiento del laboratorio. Entre mis tareas no asistenciales se incluyen las relaciones con atención primaria, participo en calidad, formación y comunicación y la colaboración en la elaboración y seguimiento del plan estratégico, punto clave en mi participación en los aspectos no asistenciales, permitiéndome tener una visión amplia y transversal de los objetivos de CLILAB y participar en su ejecución.

¿Cómo ha influido el máster de dirección de instituciones sanitarias en el desempeño de tus tareas en CLILAB?

Me ha permitido seguir desarrollándome en aspectos que no se enseñan durante la carrera o la residencia, como la gestión, la comunicación y el funcionamiento del sistema de salud catalán. El máster me dio una visión general del sistema de salud catalán y herramientas que me ha sido muy útiles para seguir desarrollándome en los aspectos de gestión. Además, conocí a muchos y buenos compañeros del ámbito de la sanidad.

¿Podrías explicar cómo se está llevando a cabo la gestión de calidad en CLILAB?

En el actual plan estratégico, uno de los objetivos más significativos es lograr la acreditación por la norma internacional ISO-15189. Esta norma se centra en los requisitos de calidad y competencia para laboratorios clínicos, representando un paso adelante desde nuestra certificación ISO 9001. Para alcanzar esta meta, el compromiso abarca no solo mi participación, sino también la dirección, las responsables del sistema general de calidad y la de calidad asistencial, y gran parte del personal de CLILAB.

En nuestro primer intento, hemos considerado, dentro del alcance de la norma, incluir las pruebas centralizadas del laboratorio de Vilafranca, una sección del laboratorio de microbiología y el diagnóstico de mama de anatomía patológica y continuaremos trabajando para extenderla a otras áreas y a todos nuestros laboratorios. Actualmente, estamos resolviendo las no conformidades identificadas durante la auditoría externa realizada por ENAC.

¿Cuál es tu tarea en la gestión de calidad?

Mi tarea es coordinar la resolución de las no conformidades que afectan al laboratorio central y trabajar con mis compañeros para abordar estas cuestiones de manera efectiva. Es un trabajo en equipo.

¿Cómo estáis coordinando el proceso de acreditación entre los diferentes laboratorios?

Aunque ahora estamos inmersos en el proceso de acreditación tanto para el laboratorio central como para el área de anatomía patológica, el desafío es compartir lo aprendido con los demás laboratorios. Trabajar uno al lado del otro facilita el proceso, por eso, extender esta filosofía a todos nuestros laboratorios es todo un reto. Ahora estamos resolviendo las no conformidades, pero la meta es implementar estos estándares en todos los laboratorios de CLILAB.

¿Cuáles son los valores clave para una buena gestión en el laboratorio?

Creo que el modelo de gestión aplicado en un laboratorio varía según la persona que la lleve a cabo. La forma de pensar, actuar y ser de cada individuo influye en su estilo de gestión, más allá de lo que se pueda aprender en un máster o en formaciones.

En mi caso, considero fundamental no perder el contacto con la parte asistencial del laboratorio. Trabajar codo con codo con el personal técnico y los otros facultativos me permite comprender cómo funciona el laboratorio, y ver qué se puede mejorar. Para mí, es muy importante conocer lo más posible el desarrollo de los procesos para poder gestionarlos eficazmente.

La cercanía con el equipo es crucial, ya que facilita que puedan compartir sus inquietudes, ideas y necesidades, lo que, en mi opinión, es esencial para una gestión exitosa. Siempre tengo un interés genuino en escuchar y preguntar.

Aprender a comunicar de manera clara y asertiva, y gestionar los conflictos de forma constructiva, creo que es un aprendizaje continuo en el ámbito laboral. Un curso de gestión en CLILAB, impartido por una coach, nos ha enseñado cómo abordar conflictos, cambiar perspectivas y eliminar prejuicios, etc. Intento aplicar estos conocimientos en mi día a día.

También mencionaste tu involucramiento en el tema de la atención primaria. ¿Qué aprendizajes destacarías de esta experiencia?

Sí, estoy involucrada en el ámbito de la atención primaria junto con Paquita. La atención primaria es la puerta de entrada en el sistema sanitario, y es fundamental para evitar colapsos del sistema de salud como los que vivimos durante la pandemia. El objetivo es ser un laboratorio accesible y flexible para ellos, proporcionando soluciones según sus necesidades. A través de esta experiencia, he aprendido mucho sobre su importancia y su impacto en el sistema de salud.

¿Podrías explicarnos cómo funciona tu trabajo en el ámbito de la atención primaria?

CLILAB ofrece servicios en cuatro regiones de atención primaria, con más de 60 puntos de extracción. Mi tarea es mantener una comunicación fluida y efectiva con los responsables de cada equipo, responder a sus inquietudes y establecer la coordinación cuando identificamos necesidades.

La idea es que CLILAB sea un laboratorio accesible, flexible y que ofrezca un servicio territorial, integrando la atención primaria y la hospitalaria, que es una gran ventaja para los pacientes y profesionales sanitarios de las áreas a las que damos servicio.

Por último, ¿qué consejo le darías a alguien que comienza su residencia?

Siempre he lamentado no haber realizado mi tesis doctoral durante la residencia, ya que una vez que empiezas a trabajar, es difícil compaginarlo. A un nuevo residente, le diría que disfrute y aprenda mucho, puesto que la residencia es un proceso de crecimiento personal y profesional importante y que, si pueda, que haga la tesis doctoral durante su residencia (nos comenta Sílvia entre risas).

Aprovechando la pregunta, en CLILAB estamos trabajando para poder acoger residentes en formación de análisis clínicos y microbiología, de la mano de la unidad docente del CSAPG. Tener residentes es un gran reto, ya que acostumbran a ser muy exigentes, generalmente tienen muchas ganas de aprender y nos motivan a mantenernos actualizados en el laboratorio.