Hemograma: entendiendo los índices eritrocitarios en el laboratorio

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La interpretación de los diferentes índices eritrocitarios dentro del hemograma y en las pruebas complementarias proporcionan información relevante sobre los hematíes. Esta información puede ser necesaria para un diagnóstico de los trastornos anémicos más completo y preciso.

Según la OMS, los trastornos anémicos afectan a más de 800 millones de personas en todo el mundo. Estos trastornos se caracterizan por alteraciones en el estado hematológico, lo que afecta la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno de manera eficiente.

En el diagnóstico, el papel del laboratorio clínico es fundamental, ya que analiza los índices eritrocitarios. Estos índices proporcionan información clave sobre la morfología y funcionalidad de los glóbulos rojos o hematíes. De esta forma permiten a los profesionales interpretar con mayor precisión el estado hematológico del paciente. Además, facilitan la detección de trastornos anémicos y otros desórdenes relacionados.

¿Qué son los índices eritrocitarios?

Las características fundamentales de los hematíes se describen a través de parámetros cuantitativos llamados índices eritrocitarios. Estos valores se calculan a partir de la relación entre el número total de hematíes, la hemoglobina (proteína encargada del transporte de oxígeno por la sangre) y el hematocrito (cantidad de hematíes en una muestra de sangre). Los índices eritrocitarios más comunes son:

  • Volumen corpuscular medio (VCM): representa el tamaño promedio de los glóbulos rojos. Se mide en femtolitros (fL) y es crucial para categorizar las anemias en microcíticas, normocíticas o macrocíticas.
  • Hemoglobina corpuscular media (HCM): indica la cantidad promedio de hemoglobina contenida en un eritrocito, medida en picogramos (pg).
  • Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM): define la concentración promedio de hemoglobina en un volumen de glóbulos rojos, expresada en g/dL.
  • Amplitud de distribución eritrocitaria (ADE): mide la variación en el tamaño de los eritrocitos (anisocitosis), expresada en porcentaje. Un aumento en este valor sugiere variaciones significativas en el tamaño celular.

Interpretación de los índices eritrocitarios

principales índices eritrocitarios en el hemograma

Figura 1. Resumen de los principales índices eritrocitarios en el hemograma.

Volumen Corpuscular Medio (VCM)

El VCM es uno de los parámetros más útiles para clasificar las anemias. Un VCM bajo (menor de 80 fL) indica una anemia microcítica, generalmente asociada a deficiencia de hierro (como la anemia ferropénica) o a talasemias.

Por otro lado, un VCM alto (mayor de 100 fL) sugiere una anemia macrocítica, a menudo relacionada con deficiencias de vitamina B12 o ácido fólico.

Cuando el VCM se encuentra en rangos normales (80-100 fL), la anemia se clasifica como normocítica. Puede ocurrir en la anemia por enfermedades crónicas o en hemorragias agudas.

Hemoglobina corpuscular media (HCM) y concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM)

La HCM y la CHCM brindan información sobre la cantidad y concentración de hemoglobina en los glóbulos rojos, respectivamente. Se pueden observar niveles disminuidos de HCM en la anemia ferropénica y en las talasemias.

La CHCM, por su parte, ayuda a identificar trastornos como las esferocitosis hereditarias, donde los eritrocitos tienen una mayor concentración de hemoglobina en su citoplasma.

valores de referencia de los índices eritrocitarios

Figura 2. Valores de referencia de los índices eritrocitarios

Amplitud de distribución eritrocitaria (ADE)

La ADE es un índice que complementa el diagnóstico. Un valor elevado indica variabilidad en el tamaño de los eritrocitos, conocido como anisocitosis. Entre otras situaciones, puede reflejar la respuesta al tratamiento en pacientes con anemia, debido a la presencia de una doble población de hematíes.

Relevancia de los índices eritrocitarios en el diagnóstico de anemias

El uso de los índices eritrocitarios permite a los profesionales del laboratorio orientar el diagnóstico inicial de anemias y discriminar entre los diferentes tipos. A continuación, se presentan algunos ejemplos prácticos de cómo estos índices se utilizan en el diagnóstico diferencial de las anemias:

  • Anemia ferropénica: se caracteriza por un VCM bajo, HCM y CHCM reducidos, y una ADE elevada. Es el tipo de anemia microcítica más común. A menudo se acompaña de alteraciones en las pruebas de metabolismo del hierro, como la ferritina baja y disminución del índice de saturación de la transferrina.
  • Anemia megaloblástica: presenta un VCM elevado y, en algunos casos, anisocitosis (ADE alta). Generalmente está asociada a deficiencias de vitamina B12 y/o ácido fólico.
  • Anemia por enfermedades crónicas: generalmente normocítica y normocrómica, con un VCM y HCM en rangos normales, pero una ferritina alta y en ocasiones bajos niveles de hierro sérico.

anemia normocítica-normocrómica

Figura 3. Resumen de las posibles causas de una anemia normocítica-normocrómica

Frotis de sangre periférica: una herramienta complementaria

Aunque los índices eritrocitarios son de gran ayuda para identificar y clasificar anemias, el frotis de sangre periférica sigue siendo un componente esencial del análisis hematológico.

El examen microscópico permite observar directamente la morfología eritrocitaria, detectar alteraciones estructurales, como la esferocitosis o los esquistocitos, y visualizar la presencia de otros elementos, como cuerpos de Heinz, reticulocitos o policromatofilia.

En las anemias hemolíticas, por ejemplo, es común observar un aumento en la cantidad de reticulocitos, junto con fragmentos de eritrocitos, lo que refuerza la sospecha diagnóstica. En el caso de las anemias megaloblásticas, los glóbulos rojos aparecen más grandes de lo normal, confirmando el aumento del VCM.

Frotis de sangre periférica

Figura 4. Frotis de sangre periférica y anomalías eritrocitarias comunes

Interferencias comunes en el hemograma

Como profesionales de laboratorio, sabemos que a veces los resultados no concuerdan con la clínica del paciente. Esto puede deberse a interferencias técnicas, que podrán variar en función de la metodología empleada:

  1. Hiperbilirrubinemia: la bilirrubina alta puede interferir dando lugar a resultados falsamente elevados de hemoglobina.
  2. Hiperlipidemia: la presencia de lípidos en sangre puede afectar las lecturas del analizador, lo que distorsiona los resultados de hemoglobina y otros parámetros.
  3. Aglutininas frías: estas pueden causar aglutinación de los eritrocitos a bajas temperaturas, lo que distorsiona el recuento y los índices eritrocitarios.

El laboratorio cuenta con procedimientos y técnicas alternativas para solventar estas interferencias e informar resultados fiables.

Pruebas adicionales para completar el estudio de las anemias

En muchos casos, la evaluación de los índices eritrocitarios puede sugerir la necesidad de realizar pruebas adicionales. Aunque los algoritmos diagnósticos completos pueden ser complejos, es fundamental tener en cuenta algunos exámenes que complementan el análisis de las anemias:

  • Metabolismo del hierro: incluye la determinación de ferritina, hierro sérico, transferrina e índice de saturación de la transferrina. Estas pruebas son indispensables ante la sospecha de anemia ferropénica.
  • Vitamina B12 y ácido fólico: los niveles bajos de estas vitaminas son la principal causa de las anemias megaloblásticas.
  • Pruebas de hemólisis: para evaluar la destrucción acelerada de eritrocitos, se pueden medir los niveles de bilirrubina indirecta, haptoglobina y lactato deshidrogenasa (LDH). Además, la test de Coombs directa ayuda a diagnosticar anemias hemolíticas autoinmunes.

En el ámbito de laboratorio, realizar un análisis exhaustivo de estos parámetros, junto con los índices eritrocitarios, es vital para obtener un diagnóstico preciso.

¿Cuándo derivar a un hematólogo?

Es importante saber cuándo derivar al paciente a un hematólogo como en los siguientes casos:

  • Resultados inconsistentes que no concuerdan con la clínica.
  • Anemias graves o refractarias que no responden a los tratamientos convencionales.
  • Alteraciones morfológicas significativas en el frotis, como la presencia de células inmaduras o signos de hemólisis. Estas sugieren patologías graves como síndromes mielodisplásicos, mieloma múltiple o leucemias.

Conclusiones

Los índices eritrocitarios proporcionan información esencial para el diagnóstico y clasificación de las anemias. Junto con el frotis de sangre periférica y pruebas adicionales, permiten una evaluación más completa de la fisiopatología de los glóbulos rojos. Para los profesionales de laboratorio, comprender la interacción entre estos índices y los resultados clínicos es clave para ofrecer un diagnóstico preciso y oportuno.

Además, la integración de otras pruebas específicas, como el estudio del metabolismo del hierro o los parámetros de hemólisis, permite una mejor comprensión de las posibles causas de las anemias y otros trastornos hematológicos.

En CLILAB ofrecemos una variedad de pruebas esenciales para la evaluación de trastornos anémicos, como el hemograma completo, permitiendo un análisis detallado del estado hematológico del paciente y ayudando a los profesionales de la salud a realizar un diagnóstico preciso.

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Referencias:

  1. Hemograma.www.labtestsonline.es. https://www.labtestsonline.es/tests/hemograma
  2. Brihi JE, Pathak S. Normal and abnormal complete blood count with differential. www.ncbi.nlm.nih.gov. Published 2024. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK604207/

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